Bicycle race

En una ciudad con cuestas épicas lo que menos se esperaría uno es que la población se moviera en bicicleta, sin embargo dado lo ecológico-biodegradable-orgánico que es todo y todos por aquí no se podía esperar menos y por supuesto que hay un montón de bicicletas. Ahora eso sí, nadie tiene una bici cualquiera, no, casi todas son de carrera (cosa que sólo de pensarlo me produce dolor en mi honorable trasero) y por lo general están pintadas, personalizadas, pulidas, amadas.

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Yo me fijo mucho porque en Madrid me muevo en bici y envidio los carriles que tienen aquí y el respeto de los coches y peatones. Otro día os presento a mi bici, la adoro, es roja, plegable y sólo le falta que la bautice para ser perfecta. Pensé en llamarla La Furia, La Roja o La Madre que parió a Iker Casillas, pero visto que estaba poseída por la fiebre del Mundial preferí esperar y bautizarla a la vuelta de las vacaciones, si se os ocurre algún nombre bueno admito propuestas. Aquí sin embargo nos hemos tenido que conformar con alquilar unas bicicletas de montaña, arhgg feas como ellas solas, pero hay que reconocer que los nosecuantosmil platos y piñones resultan de utilidad con las cuestitas del lugar.


Y vosotros, ¿cómo os transportáis? ¿En coche y con música a tope? ¿Os jugáis la vida en moto? ¿Sois de los insensatos de las bicis? ¿O no tenéis más remedio que compartir olores en el transporte público?

Abrazos,
La Condesa que fulminó con la mirada al chino que quería endosarle un casco de bicicleta en el alquiler...¿yo con ESO puesto? ¿estás loco?

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