Showroom "El Jardín de Lulaila"

La semana pasada fue eléctrica, un no parar, pero entre todo lo ocurrido sin duda lo que más ilusión me hizo fue mi visita a "El Jardín de Lulaila".


No sé muy bien cómo explicaros la sensación que tuve al ver en persona a Marta, creadora de tan mágico jardín y a quién no puedo evitar llamar Lu. Fue como si conociera a alguien famoso, que has visto muchas veces en la pantalla, has leído desde la intimidad de tu casa y has seguido con ilusión sus progresos en el nada fácil mundo de los emprendedores.

Como os podéis imaginar todos los que la seguís, Lu no defrauda, es absolutamente encantadora y agradable. De ese tipo de personas que aún cuando no conoces de nada tienes ganas de dejar el bolso a un lado y sentarte a tomar el té y hablar, de cosas.

Y si ella gana en persona, que ya era difícil, sus creaciones aún más. Los tocados son simplemente preciosos, potentes, delicados, arrolladores, como tú quieras, pero desde luego con una presencia que te visten entera en cuanto te los pones.


Tan modositos que parecen ahí puestos mirad el efecto que causan sobre una cabeza...


¡Qué barbaridad, qué maravilla! Fantaseábamos juntas con que volvieran tiempos mejores en los que todo le mundo compartía el civilizado hábito de llevar tocada la cabeza (que no estar tocados de la cabeza como ahora) y viendo esta foto ahora se me antoja que podría ser de una viuda que acaba de heredar una fortuna y tiene que disimular ante la concurrencia la alegría que delatan sus ojos.



Este no es real, está en vuestra imaginación, es un efecto óptico que se ha posado sobre la cabeza de la joven ayudante de Houdini.


El showroom además era precioso, un hogar cálido y acogedor para tan bellas criaturas. Miradlos cómo se reunen alrededor del fuego para charlar.



Desde que me probé el de las plumas no puedo dejar de pensar en él. Es perfecto para dar una vuelta por Balmoral y compartir con los guardeses tu preocupación por el tardío florecimiento de las moras. Sin hablar del que lleva mi amiga Gabriela que sin dudarlo me lo pondría en una cena informal con desconocidos para ir sobrevestida pero compensarlo siendo sobre educada (como dijo una vez Oscar Wilde).

Para un palco VIP en el Grand Palais


Para un día de playa en MonteCarlo


Para el Carnaval de Venecia


Para todos esos viajes por supuesto necesitaría llevar un equipaje adecuado, donde mis tocados pudieran viajar con comodidad y sin los aplastamientos de las horribles maletas blandas.


Si creéis que con esto ya habíais recibido vuestra dosis diaria de belleza visual os equivocáis. Resulta que en casa de Lu, de pequeñas les daban de comer Cola-cao, creatividad, Nocilla y talento. Y con esa mezcla, claro, las niñas han salido a questa manera. La hermana de Lu, Beatriz, no es nada más y nada menos que la creadora de los collares más bonitos del cibermundo mundial, que desde Porquemelomerezco nos encandila con sus creaciones exclusivas. Ésta pieza que veis aquí acompaña a las Lulailas en su recorrido por el mundo. Sólo os digo una cosa, en la mano son alucinantes, pesan, brillan, se enredan entre tus dedos y ya no los quieres dejar.

Os recomiendo altamente las creaciones de estas dos grandes emprendedoras de la moda porque tiene un talento arrollador, que consolidan a fuerza de trabajo y una honestidad de esas que se ven en los ojos. Tanto es así, que lo reflejan en los precios, y ponen su talento a nuestro fácil acceso para que las podamos disfrutar, a parte de en el Grand Palais y todas esas locuras mías, siempre que nos queramos sentir como una de las habitantes de su mágico jardín.



Por si fuera poco, en este camino que ha emprendido Lu, se ha encontrado con otra mujer genial llamada María Barros que tiene dedos de oro. Tenéis toda su biografía en detalle aquí.


María crea vestidos que flotan. Con unos materiales preciosos que hacen que la tela sea gustosísima al tacto, unos colores de caramelos flash y una manufactura impecable.


Este vestido rojo me encanta, qué bonito por favor. En la foto no se aprecia pero la tela hace un plisado muy pequeñito, tipo Fortuny, alucinante. Me da que si te lo pones con unos tacones infinitos tienes que parecer una sirena.

De los vestidos de novia hechos por encargo ni hablamos, ¿o alguien puede decir algo aparte de que parecen sacados de otra época y jamás en la vida permitirías que alguno de los invitados te lo pisara al darte la enhorabuena?


El cuello de este abrigo es entre futurista y floral. Gwyneth hubiera matado por él en la película de "Sky Captain and the world of tomorrow"

Y además hace sillas...de verdad, no puedo más. Los que hayáis leído esto entenderéis cuando os digo que si mi madre hubiera visto y tocado estas sillas hubiera caído desmayada.


Lu, muchas gracias por la invitación. Qué ilusión conocerte. Sé que va a ir todo muy bien porque se te ve en la cara que lo mereces y eres de las que pisa fuerte con tacones. Un beso enorme y recuerdos a las Lulailas.

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