Olivier Theyskens y yo somos amigos

Sí, no somos dos personas que se encuentran por la calle y una de ellas controlando su emoción le para amablemente y le dice que le encanta su trabajo y le sigue desde que era gótico, luego cuando practicamente inventó el demi-couture para Rochas y finalmente cuando elevó a Nina Ricci al olimpo de los vestidos que se te graban en la retina. No. Ni tampoco le explica que le ha hecho fotos a tropecientas personas pero sólo con él (y otra persona más) le hace una ilusión de muerte ponerse también en la foto. No. Eso es lo que puede parecer a un ojo ajeno, pero no. Oli y yo somos amigos, como podréis observar por el cariño con el que nos abrazamos para hacernos fotos. No se pasa el brazo por encima de una desconocida, así que no me gustaría que pusiérais en duda nuestra amistad.


¿Veis lo que os digo de que no me conviene sonreir en las fotos porque no tengo término medio y se me desencaja la cara de la emoción?


Nos hablamos de diseñador a diseñador, como siempre hacemos cuando nos encontramos por la calle. Y le comenté que si finalmente se acabase su trabajo con Nina Ricci que no se preocupase lo más mínimo que en el curso que estaba yo ahora haciendo con "La Casita de Wendy" seguro que le íbamos a poder hacer un hueco. Las chicas son simpatiquísimas y se iba a sentir como una más.
Así que ya sabes Oli, si no sabes qué hacer con tu vida en los próximos meses, llámame.

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